Cabe que dentro del género echinocereus sea la variedad que de las mayores flores.
Tiene diminutas puas distrububidas en sus costillas bien definidas.
Uno de los detalles que hace más atractivo este cactus es el contraste de colores que se da cuando le salen las flores. De la epidermis azulada surgen pedúnculos de un verde brillante plagados de bellosidad blanca, para luego continuar en el amarillo brillante de sus pétalos. Y para rematar este regalo visual, en medio de lo dorado de los pétalos y de los filamentos emerge el pistilo y el estigma de un verde intenso (lo cual no puede apreciarse bien en estas fotos por el momento en que las hice).
Toda flor se merece una mirada de amor...hay tantos capullos por ahí...pero también los miro con amor, ayuda para que se transformen en flor muy pronto, espero.
ResponderEliminarUn abrazo zen. Namasté
Si que hay una hartá capullos, el día que empiecen a abrir el mundo entero, que aveces da la impresión de ser un poquillo gris, se convertirá en un jardín brutal repleto de color, yo también espero que sea pronto esa "próxima primavera".
ResponderEliminarGracias por ser el primero en pasar por este balcón, cuando quieras compartir un poco de tu tiempo ya sabes donde tenemos otro punto de encuentro, ni que decir tiene que aquí también serás bien recibido.
Estoy asomada en tu balcón y sabes qué, me he dado cuenta que tus flores no pinchan, sólo hacen cosquillas de sensaciones que trasmiten tus flores, me gusta y las cuidaré cada vez que por aquí me asome.
ResponderEliminarAquí en tu balcón se está fresco, me quedo un ratito más si tú me lo permites.
Hermoso bloog!!!
Besotes y abrazo gordo.
Ross: las flores tambien agradecen el cariño, así que carta blanca para que las cuides si quieres, para que te quedes aquí cuanto y como te plazca, como si te quedas aquí siempre acampada.
ResponderEliminarUn besazo amiga.